Los años vencidos - presentaciones
(Texto y fotografía que formarán parte de un futurísimo libro de fotografías con textos relacionados. El de aquí brota de la imagen de arriba, de cuando la presentación del libro Los años vencidos llevada adelante por Ramón Oteo).
EN EL PALAU BOFARULL CON RAMÓN OTEO
No recuerdo ahora el día de la presentación de Los años vencidos... sí, fue un 27 de noviembre de 1997, en Reus. Y Ramón Oteo estuvo ahí, presentándolo, como dos semanas antes, en su casa, estuvo corrigiendo conmigo sus galeradas. Ramón siempre estuvo a nuestro lado y seguirá, por siempre, estándolo. Y no faltó nadie, y el auditorio se llenó en su totalidad, hasta hubo gente de pie en los pasillos, todo su aforo al completo, unas 250 personas —y esta vez no exagero nada, no como en alguna otra fotografía de esta sección donde miento, con toda la inocencia del mundo, respecto a los asistentes habidos en mis lecturas— que no sé si disfrutaron de los poemas del libro pero sí, puedo asegurarlo, de las palabras del maestro. Y el disfrute no concluyó cuando se dejó de leer el último de los poemas, sino que prosiguió con un concierto sorpresa —que para eso estábamos en el auditorio de un conservatorio— para alegría inmensa de los asistentes. Un concierto improvisado de Ramón Oteo al piano —piano de la derecha—, de Ramón García Mateos (que entre el público permaneció hasta ese momento, ya ansioso por sumarse al trío musical) también al piano —piano de la izquierda— y de quien esto escribe a la guitarra eléctrica —guitarra de la derecha, aunque alguien dirá que lo que se ve en la foto es un bajo, pero no, es una guitarra, lo sabré yo...—. Quince fueron las piezas musicales —la voz la pusimos los tres— que con naturalidad iban del blues al jazz, pasando por la copla , la chanson y los fandangos de Alosno; un espectáculo que ninguno de los allí presentes podrá jamás olvidar y que nunca más hemos vuelto a repetir (ya se sabe que las cosas únicas siempre se valoran más). El acto de presentación de Los años vencidos no pudo tener culminación más gloriosa... pero algo extrañísimo sucedió, y que aún sigo sin comprender... todo el mundo se volcó hacia el espectáculo pero nadie hizo fotos ni videos del prodigioso suceso... como si lo aquí relato no hubiera sucedido... también es verdad que en aquellos días los móviles aún solo se utilizaban para hablar.